MULTIPLICACIONES ESTRATEGICAS

Un auténtico disco pirata de narcocorridos,

comprado en México D.F. Nótese la estatua
de la libertad, el argumento en pro de la piratería
y la encantadora prohibición de reproducir el
contenido total o parcialmente.

Una nota de Fernando Pescador del 15 de septiembre en el diario Milenio afirma que la industria del disco y el video en México ha perdido 50% del empleo debido a la piratería.

http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=436733

Nos pirateamos algunas citas:

"Los empresarios que operan en México se han visto obligados a cerrar instalaciones para la producción o trasladar sus inversiones a otros países en los que se aplican con rigor las leyes."

"Según la Internacional Federation of the Phonographic Industry (IFPI), que representa a la industria mundial de grabación, más de uno de cada tres discos de música comprados en el mundo es una copia ilegal."

"Se estima que aproximadamente 37 por ciento de todos los discos compactos comprados en 2005 (en cualquier otra forma) eran piratas, en total mil 200 millones de unidades. En 2005, las ventas de discos piratas superaron las ventas legítimas en 30 mercados del mundo."

"Taiwán sigue siendo el principal suministrador de discos vírgenes con un tercio del total mundial."

"Una encuesta realizada por la Procuraduría Federal del Consumidor a principios del presente año arrojó que 75 por ciento de los entrevistados aceptó haber comprado productos pirata, en la calle, mercados ambulantes o tianguis, aun cuando esos consumidores “están conscientes de que al hacerlo se convierten en cómplices de un delito, afectan a la economía del país, generan desempleo y perjudican a los productores”, dice el organismo que preside Carlos Arce Macías."

"La Profeco ha constatado que los medicamentos y toda clase de bebidas envasadas —inclusive rones, tequilas, brandies y demás— que se venden en tianguis y puestos callejeros no sólo son falsos, sino que su contenido mantiene altos índices de sustancias nocivas para la salud"

"La Profeco concluye que las industrias del vestido, juguetes, farmacéutica, cinematográfica y muchas más resienten “pérdidas multimillonarias que las han obligado a recortar empleos, cerrar plantas o llevarse sus inversiones a otros países”.



Una vista aerea de un tianguis de la ciudad de México con una escultura modernista pirata. Un ejercicio que el autor hizo hace algunos lustros. Obelisco roto para mercados ambulantes, (1991-93). Ahí en la base de la escultura copiada de Barnett Newman se puede ver a algunos estimadísimos colegas artoides cuyos nombres omito por prolemas de copyright.

Este artículo de Milenio fue el punto de partida de la siguiente reflexión:

Los gobiernos, los partidos, los dioses, las empresas y sus logotipos, los ídolos pop, los artistas y varios ejemplos más existen para multiplicarse.

Una mentira se repite varias veces para convertirse en verdad. Los dueños del mundo económico han logrado multiplicar sus productos, sus métodos, sus logotipos para cubrir la tierra.

¿Cuantos cantantes pop salen clonados machaconamente al ritmo en un video o en un solo anuncio? ¿Qué queda por decir de las campañas políticas, en las que un rostro , logotipo o eslogan rítmicamente invade todo el campo de visión y audición de los transeúntes en la ciudad?

Charles Ray ya lo comentaba (provocándolo él mismo) en su escultura Oh Charlie, Charlie donde varias versiones de sí mismo hechas de fibra de vidrio participan en una orgía sexual. Nada apolíneo en la escultura ...se trata de un medio de propagación completamente diferente.

Hoy en México, las noticias frecuentemente denuncian las versiones "chinas" de los santos adorados tradicionalmente.

Producir no es lo más importante, sino establecer una jerarquía que permita diferenciar los múltiples aspectos del mundo y darle sentido a una historia (mito) sobre otro, a una idea sobre la otra, a un producto sobre otro. El asunto es crear un parásito que aflija a la mayor cantidad de gente. Una infección externa. (Manuel De Landa cita a McNeil, una institución como el estado puede considerarse, sin hablar metafóricamente, como un parásito...un "macroparásito").

Una vez establecida con (muchísimos trabajos)alguna jerarquía infecciosa por medio de la multiplicación, hay que defenderse de la multiplicación en sí. Como productor hay que controlar y como consumidor hay que reconocer el mensaje "verdadero", el sentimiento "auténtico", el producto de "marca".

Un ejemplo de actualidad: Vaya problemas que pasó el duopolio televisivo con el gobierno para preservar "el verdadero grito de independencia" este 15 de septiembre. La estrategia fue darle un valor al grito de Fox en Dolores y multiplicar el grito de todas las pequeñas ciudades para que no se viera en absoluto qué pasaba en el zócalo de la ciudad, en el mero centro, donde Encinas y Obrador hacían rugir a las masas según La Jornada del 16 de septiembre.

Hay que preservar la jerarquía que en todo caso puede pervertirse heréticamente, multiplicarse de forma cancerígena en detrimento del organismo (es decir, de la jerarquía en cuestión).

Para mucha gente la razón principal de su vida es mantener viva, reproducir, cierta jerarquía. Pero siempre habrá un costo. En las sociedades de hoy la vorágine mediática en poco tiempo desmantela, si bien sutilmente, cualquier jerarquía.

No es poca cosa lo que analiza el artículo de Milenio. Pero quizá en un nivel se puede ver la piratería como un caso de simbiosis. Algo que no valga la pena ser pirateado vale poco. Es casi seguro que la piratería ayude a que un mensaje, canción, producto, etc. se difunda con mayor rapidez. Ningún pirata puede aprovechar aquello que no forma parte ya de una jerarquía que él perjudica en el nivel económico, pero beneficia en el cultural.

Las películas que más conviene piratear son las de Disney, digamos. Y de ese modo se establece mejor la jerarquía de Disney y se difunden más sus valores y propuestas (aunque de eso ya queda poco).

Producción legal, piratería ilegal...en ambos casos se defiende una jerarquía que mantiene intacto el control elitista del devenir cultural. Siguen siendo pocos los que tienen los medios de producción, incluída la producción cultural, aunque ya casi cualquiera pueda multiplicar casi cualquier cosa. ¿Puede la piratería realmente destrozar los oligopolios culturales?